En Eduprisma creemos profundamente que nuestras iniciativas de EDU-innovación Socioemocional no son un lujo ni un complemento, sino un aporte para atender una urgencia social como es la salud mental. Por este motivo nos hemos dedicado con foco y visión transformadora a crear modelos y programas que colaboren en construir comunidades más sanas, conscientes y sostenibles.

A lo largo de nuestro trabajo en comunidades educativas, organizaciones y territorios diversos en Chile —desde grandes ciudades hasta zonas rurales— hemos visto que, sin importar localización, tipo de establecimiento o contexto socioeconómico, el principal desafío de nuestra sociedad hoy -el cual permea a escuelas, empresas, instituciones y barrios- es esa gran bolsa donde se alojan múltiples problemáticas: salud mental deteriorada, violencia, conflictos de convivencia, ausentismo, maltrato laboral y comunitario, bullying, inclusión deficiente, deserción docente y más.

A nuestro entender, esto ocurre porque cada escuela, organización o territorio es un microecosistema social que refleja las fracturas y dolores de una sociedad más amplia, profundamente afectada por crisis de salud mental y desconexión emocional. Lo que sucede en el aula, en la sala de profesores, en una reunión de equipo de trabajo o en una junta de vecinos, es un espejo de realidades colectivas que se han vuelto urgentes de atender no solo con buena voluntad, sino con inteligencia emocional, creatividad y una estrategia clara.

Por eso, utilizamos toda nuestra experiencia, motivación, vínculos y talento creativo para generar iniciativas innovadoras que agregan valor al desarrollo socioemocional en distintos contextos. Diseñamos programas, talleres y experiencias que integran herramientas de educación emocional, neurociencias, arte, movimiento, naturaleza y pedagogías activas. Lo hacemos en diferentes contextos del quehacer humano, con la convicción de que cuando fortalecemos lo socioemocional, fortalecemos todo lo demás.

Nuestras iniciativas de EDU-innovación socioemocional no buscan “parchar” problemas, sino abrir caminos para que comunidades enteras puedan sanar, aprender y evolucionar desde la empatía, la colaboración y el bienestar integral, pues creemos que transformar la forma en que sentimos, nos vinculamos y construimos comunidad, es transformar la sociedad misma.

En un mundo donde la salud mental, el bienestar emocional y la conexión con la naturaleza se han vuelto urgencias sociales, SOMA Bosque irrumpe como una propuesta profundamente transformadora. Desde el corazón creativo de Eduprisma, organización pionera en innovación educativa en Chile, nace esta experiencia que entrelaza arte, ciencia y tecnología para reimaginar cómo habitamos nuestros cuerpos y los ecosistemas.

La inspiración detrás de SOMA Bosque es una visión audaz: rediseñar metodologías de educación socioemocional para contextos formales y no formales, integrando disciplinas que históricamente han vivido en mundos separados. Bajo la dirección de Claudio Pérez, CEO de Eduprisma y project manager del proyecto, SOMA Bosque se convierte en una sinfonía entre el contact improvisation, el shinrin-yoku o baños de bosque, la neurociencia aplicada y la tecnocreatividad.